- EL TEXTIL VALENCIANO SE VISTE DE INNOVACIÓN

Las perspectivas para 2010 son inciertas porque la demanda interior continuará en términos negativos aunque la exportación puede mejorar

El sector textil y de la confección de la Comunitat Valenciana ha atravesado una difícil situación durante 2009 derivada de la crisis de consumo en España y de la caída de los mercados internacionales, según el diagnóstico que ha realizado la Asociación de Empresarios Textiles de la Comunitat Valenciana (Ateval) tras el cierre provisional del ejercicio.

«Los efectos de la crisis han sido más intensos que los experimentados en 2005, a raíz de la liberalización de los intercambios textiles internacionales», explican sus responsables, «una situación que se ha unido al proceso de reconversión que vive el sector desde hace años».

El futuro se presenta complicado, por calificarlo de forma tenue. Félix Martí, gerente de Resuinsa, empresa líder del mercado en equipamientos para la hostelería de lujo no se muerde la lengua. En su opinión la situación es «desmoralizante», porque aunque la recuperación internacional «está ahí», tienen que competir en marca, calidad y diseño con empresas como las italianas que reciben el máximo apoyo de sus gobiernos.

«El panorama político-económico en España es malo y el respaldo de las instituciones es nulo. Lo peor de todo es que te entienden pero no canalizan nada, es como si estuviéramos en medio del océano», afirma.

Para Martí, «nosotros estamos poniendo valor añadido y no recibimos nada a cambio. No crean un sello de calidad español, ni promocionan nuestros productos como hacen otros países». Su opinión la comparten otros empresarios y profesionales valencianos. Más optimista se muestra el secretario general de Ateval, José Serna. Sus perspectivas no son tan deprimentes porque «los empresarios hemos hecho nuestros deberes en materia de innovación, desarrollo e investigación», los tres términos que más se emplean para fijar el camino de la recuperación económica.

Serna señala que el sector «está en reconversión desde antes de esta crisis y ahora está jugando un partido contra los países del Este (China, India, Pakistán) con diferentes reglas de juegos en cuanto a salarios y precios, por eso sólo podemos apostar por la especialización de nuestros productos, la calidad, la atención de proximidad al cliente, la innovación y la internacionalización».

Otro elemento que hay que abordar es la diversificación del producto, puesto que la elevada especialización del sector valenciano en el mercado de textiles para el hogar y la decoración, ha provocado que los empresarios valencianos se hayan visto muy afectados por el importante retroceso de la vivienda en España y por el retraimiento general del consumo.

Los datos están ahí. Como en la práctica totalidad de sectores, la reducción de la actividad textil ha venido marcada por una caída del consumo en España, «que se podría situar en una horquilla entre el 15% y el 30%», según los datos facilitados por el Centro de Información Textil y de la Confección (Cityc).

La producción a nivel autonómico ha caído un 64% en los últimos cinco años y se destruyeron 13.000 puestos de trabajo en el mismo periodo, 4.800 en el último ejercicio. El comportamiento más negativo se concentró en los subsectores del hogar, todo lo que tiene que ver con la vivienda, los textiles técnicos destinados al sector de automoción y en las gamas de vestuario. En el apartado de las exportaciones, «la única vía para sobrevivir», según Martí, se retrocedió con intensidad el año pasado, un 16%, hasta los 570 millones de euros.

«Esta evolución ha afectado especialmente al mercado europeo que representa el 70% del total exportado, concretamente en los principales clientes que son Francia, Italia, Alemania y Portugal», señala Serna.
Ayudas se han recibido, pero son insuficientes. A lo largo de 2009 un total de 321 empresas asociadas a Ateval se beneficiaron de ayudas de la Administración Pública por un valor de 2.354.553 euros procedentes del Instituto Valenciano de la Exportación (IVEX), el IMPIVA y el ICEX, «aunque siempre queremos más porque estamos realizando un gran esfuerzo en inversión», puntualiza Serna.

Las importaciones disminuyeron en mayor proporción (-23%). La mitad de lo importado correspondió a productos terminados (prendas de vestir y ropa de hogar confeccionada). China es el primer proveedor de la Comunidad, seguida de Italia, Pakistán, Marruecos e India. A este entorno negativo hay que añadir la persistencia de las limitaciones de acceso al crédito o a la refinanciación que sufren las empresas, lo que acentúa la crisis y dificulta la supervivencia de algunas empresas.

Las perspectivas para 2010 «son inciertas en estos momentos», apuntan los empresarios consultados. La demanda interior continuará en negativo porque el mercado de la vivienda está lejos de alcanzar su equilibrio. Por otra parte, no es probable una recuperación del consumo interno antes de 2011.

Las cifras de exportación podrían mejorar en la medida que se vaya consolidando la recuperación económica en Europa pero «persistirá la presión de los productos asiáticos por sus precios competitivos», comenta Serna. Con estas bases, es previsible un nuevo retroceso en la actividad y en el empleo, aunque más moderado que en 2009.

El sector, de todas formas se resiste a quedarse cruzado de brazos y esperar a que pase la crisis económica. Ateval aboga por la concentración empresarial para abaratar costes, inversión en la marca, el prestigio y la calidad y ganar presencia en el exterior.

Precisamente el calendario de asistencia a ferias y misiones comerciales de Ateval tiene ya destinos fijados en Tokio, Sao Paulo, Como, Estambul, Poznan, Moscú o San Petersburgo. «Vamos a poner picas en Flandes como ya lo hemos hecho en la India, competidor directo que se ha interesado por nuestros productos», dice Serna. También habrá misiones inversas, con compradores llegados de Hungría, Polonia, República Checa, Rumania, México, Emiratos Árabes, Rusia, Japón y EE.UU. Comercialización e internacionalización para mirar el futuro con optimismo.
Fuentes; Javier Carceller, Ateval, las provincias