El PIB de las economías de la OCDE (la organización de cooperación internacional que agrupa a los 30 países más desarrollados del mundo) cayó 3.4% en 2009. Esta es la primera vez que el conjunto de estos países registra una caída desde su fundación en 1960.
El año pasado el PIB de la eurozona se contrajo 4%, afectando lo mismo a Alemania que cayo en 4.9%, que a Reino Unido (-5.0%), Holanda (-4.0%), Austria (-3.8) o España (-3.6%). Mientras que Japón cayó 5.0%, Estados Unidos -2.4% y Francia -2.2%.
El crecimiento económico ha sido más dinámico en las economías de los países en desarrollo, que crecieron en conjunto 2.9% en 2009, destacando el desempeño de los países asiáticos que crecieron 6.5% en el mismo periodo.
Sin lugar a dudas las acciones llevadas a cabo por los gobiernos para prevenir una gran depresión del tamaño de la de 1929 han ido surtiendo efecto, los signos de la recuperación se empezaron a ver en el último trimestre del año pasado.
Las economías desarrolladas seguirán siendo impulsada por los programas de estímulo gubernamentales, se espera que Estados Unidos crezca cerca del 3% en el año, mientras que la zona euro lo haga en alrededor de 1.5%.
Sin embargo, la diferencia en los ritmos de recuperación en las distintas zonas del planeta hace obligatoria la coordinación de las políticas económicas.
Por un lado, China requiere de cuidar las burbujas especulativas y el crecimiento de la inflación, mientras que Estados Unidos requiere que se mantengan por más tiempo los estímulos gubernamentales en tanto se recuperan el consumo y la inversión privada.
La economía mundial juega contra reloj para que las economías alcancen un equilibrio mínimo antes de que sea el momento de reducir drásticamente el déficit fiscal de los gobiernos, reducir el exceso de liquidez y aumenten las tasas de interés. Todas estas medidas jugando en contra del crecimiento y el empleo.
Fuente: Cocex, Antonieta Morales
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